Consejos prácticos para que los niños triunfen     

Todo padre y maestro busca que sus hijos o estudiantes tengan éxito en la vida.  Para lograr este propósito, una de las armas más poderosas es la manera en que se les elogia.  Dos estudios recientes, dirigidos por la Dra. Carol Dweck, profesora de psicología de Stanford University, arrojan luz sobre este aspecto.  [En nuestra  página web www.movetosuccess.org, sección de Enlaces y Recursos, puede encontrar un vídeo de esta reconocida doctora hablando sobre el tema.]


         Estos estudios sugieren dos aspectos fundamentales en la manera en que se debe elogiar a los niños:


     1- elogiar a los niños por sus habilidades innatas (tal como su inteligencia) hace menos probable que disfruten del proceso de aprendizaje y de superación.

     2- elogiar a los niños por las estrategias y procesos que desarrollan para resolver problemas, aún cuando no logren resolverlos, hace más probable que ellos continúen  intentándolo con más ahínco y alcancen sus metas.


     Utilizar el segundo aspecto antes mencionado logra que la mente de los niños sufra ciertos cambios fundamentales.  Por ejemplo, elogiar las estrategias y procesos que siguen, hace que a los niños no les afecte ni se avergüencen de que sus compañeros se enteren de los errores que han cometido.  Esto, debido a que la meta es aprender todo el tiempo.  De la misma manera, las actitudes relacionadas con el esfuerzo y el fracaso cambian dramáticamente.  Los niños trabajan más duro ya que entienden que el esfuerzo es necesario para desarrollar sus habilidades.  


          Además, disminuye el aburrimiento y la dificultad de las tareas.  Elogiarlos correctamente hace que los niños salgan del ciclo de que la escuela es aburrida como excusa para no intentar tareas que tienen un alto grado de dificultad.  Por el contrario, ven las asignaciones y el trabajo escolar como una serie de retos y juegos que deben descifrar.  


          ¿Cómo podemos comenzar a cambiar la forma en que elogiamos a nuestros hijos y estudiantes?  De una manera sencilla: si logran resolver algún problema rápidamente, debemos asignarles trabajos más difíciles y elogiarlos por el procedimiento que siguieron para resolverlo, aún cuando hayan fallado en su contestación.  En el hogar, también se puede durante la cena o en algún momento en que estén todos los miembros de la familia reunidos, hablar específicamente sobre algo aprendido, o cómo se trabajó alguna situación difícil durante el día.  De esta manera, se fomenta el aprendizaje en conjunto y se genera un ambiente propicio para la enseñanza.


[Adaptado del artículo “Want to Raise Successful Kids? Science Says Praise Them Like This. (Most Parents Do the Opposite)”, por Bill Murphy Jr., www.inc.com/bill-murphy-jr/want-to-raise-successful-kids-science-says-praise-them-like-this-most-parents-do.html]

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